Parada para respirar 2
Existen desafíos mansos, críticos y wicked.
Los desafíos mansos, son aquellos desafíos recurrentes pero que siempre son fáciles de solucionar, puesto que por lo general se tratan de recursos. Están los desafíos críticos, los cuales son considerados una crisis cuando todos quienes hacen parte lo declaran, y una figura de autoridad es esperada para intervenir y actuar. Estos desafíos, siento que sólo tienen una solución si una figura de autoridad está presente, o un alguien que provea la respuesta que por general siempre está y de manera casi que inmediata. Mientras que los desafíos wicked requieren de mucha gallardía, pues son temas complicados que no necesariamente tienen la solución en el momento. Se trata de un proceso, en el que una persona quiere ayudar, pero no necesariamente sabe cómo. Así que se integra, hace parte del problema, lo trata de vivir lo más cercanamente posible y mediante un proceso colectivo, se llegan a soluciones. Se trata de mucha disposición a contribuir y ayudar al prójimo, siendo esta una maravillosa forma de ayudarse a uno mismo. "No se trata de mí, sino de nosotros" es un lema que cada vez que escucho, me da mariposas en el estómago. El ser paciente y entender que cada ser va a su paso y a su tiempo en su proceso, y que mi proceso es diferente y no tiene que ser igual, es un ejercicio que quiero desarrollar, pues es lo que realmente somos. Somos seres de luz, que quieren llegar a la fuente de dónde salimos. Y esta fuente no tiene divisiones, barreras, líneas imaginarias, no tiene límites. Y la responsabilidad es algo que no tiene límites.
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